Desde que se estrenó Emily in Paris en Netflix, muchos franceses se han quejado de la visión estereotípica y cliché que muestra de su país.
La serie es bastante mala, aunque adictiva, y obviamente no es muy realista (solo hace falta ver las fotos con las que Emily se convierte en influencer con decenas de miles de seguidores en cuestión de días), pero lo que más me gustó fue su descripción de los franceses.
Esto no quiere decir que creo que todo lo que sale en la serie es al pie de la letra, pero sus descripciones de los franceses son más reales que cómo muestra las limpias calles parisinas (ahí son más parecidas a Ratatouille).
En la serie, nuestra protagonista es Emily, una gringa que por razones de cuento de hadas, se va a vivir a Francia y a trabajar en unas oficinas de marketing, sin saber una gota de francés. Ahí descubre algunas cosas sobre la cultura francesa que chocan con su visión del amor, el trabajo, y demás.

Aunque no me identifico en casi nada con Emily, sí viví algunas experiencias similares a las de ella (y yo hablaba un poco más de francés que ella al llegar).
En Emily in Paris, la visión de los franceses es que la infidelidad es parte de la vida, todo el mundo parece hacerlo, aceptarlo e incluso respetar a los amantes.
Esto es, como todo en esta serie, una exageración. Pero, la cantidad de hombres que me invitaron a salir y al mismo tiempo admitían tener novia me voló la cabeza.
No me parece que haya una aceptación como tal de la infidelidad, pero sí es un tema que se ve con mayor naturalidad que aquí (México, y obvio que en EU). Se vive con mayor cinismo, y es parte de una visión de lo que debe hacer la pasión.
Al principio de la serie, Emily conoce a una chica china que vivió en EU y ella le dice que los franceses son groseros en tu cara y que es difícil hacer amigos con ellos.
Cuando vi esta parte, me sentí VISTA. Salvo algunas excepciones francesas-a las que por cierto, adoro-, mis amistades fueron sobre todo inmigrantes, de todo el mundo: latinoamericanas, asiáticas, europeas y estadounidenses.
Hacer amistad con los franceses es MUY difícil. Tengo varias amigas que se casaron con franceses y me han dicho que si no fuera por amor, no estarían allí porque no les gusta la sociedad.
Este parece ser un sentimiento bastante universalizado, así que... Le doy la razón al mejor personaje de la serie: Mindy Chen (Ashley Park).

En la cuestión laboral, no llegué a trabajar en una oficina, pero, la cuestión burocrática si hace que cualquier proceso, desde ser contratada hasta ser despedida, sea bastante largo, pero no imposible.
Y los horarios de trabajo sí suelen ser más cortos que en otras culturas, pero eso no quiere decir que los franceses, sobre todo los jóvenes, no sean bastante workaholics. Igual tienen descansos para comer de entre 1 y 2 horas, los gringos apenas y sueñan con algo así.
Finalmente, aunque Emily in Paris muestra un París de Disney, no captura la belleza real de esa ciudad, con todo y sus ratas, basura y olor a orina. La ciudad es bellísima y la fotografía de la serie no le hace justicia.
¿Planeo ver la segunda temporada de Emily in Paris? SÍ, obviamente. Quiero seguir viendo a su vecino sensual (otra mentira de la serie, la mayoría de los franceses NO lucen así).
¿A ustedes les gustó la serie?