Hace unos días hice una reseña de la más reciente adaptación de la novela Emma de Jane Austen para Girls at Films (pueden leerla aquí) y me dije: ¿por qué no hacer una de la primera vez que se llevó a la pantalla grande?
Clueless, escrita y dirigida por Amy Heckerling, llegó a los cines del mundo en 1995 y se convirtió en un fenómeno cultural rápidamente gracias a su moda, su soundtrack y su sentido del humor. Le fue tan bien que le hicieron una serie de televisión en la que participaron algunos de los actores de la cinta original (y que yo veía de niña en canal 5 aunque no recuerdo nada de las tramas).
En esta versión moderna y noventera, Emma se llama Cher (Alicia Silverstone) -obvio por la cantante-, en vez de aristócrata inglesa es una adinerada californiana, y en vez de hacer de casamentera entre su institutriz y el Sr. Weston, logra que dos profesores se enamoren y, de ese modo, estén de mejor humor al calificar a sus alumnos.
A diferencia de la novela en la que está basada, la historia, y su protagonista, son más encantadoras que satíricas, sin por ella dejar de lado el humor y el ridículo de la burbuja en la que viven ambas mujeres -pese a los casi 200 años que las separan-. Cher Horowitz es algo boba, pero tiene buenas intenciones, y sus deseos de ayudar no solo se ven reflejados en sus dones de casamentera, sino que busca apoyar causas del medio ambiente, y en una presentación escolar incluso defiende a los inmigrantes en Estados Unidos, declarando: NO HAY RSVP EN LA ESTATUA DE LA LIBERTAD.
Claro, la aristocracia y la riqueza se parecen, pero pese a sus ínfulas de grandeza, no son lo mismo. El padre de Cher, por ejemplo es un abogado adicto al trabajo, no un lord hipocondríaco como su contraparte novelada. Y el interés amoroso, que en vez de ser hermano del cuñado, es ex hijastro del padre (no pensemos demasiado en ello, es Paul Rudd, amémoslo así), también quiere ser abogado y es un universitario muy informado de los problemas del mundo.

Las amigas de Cher tienen mayor independencia que las de Emma, porque popularidad no equivale a títulos nobiliarios y las muestras de respeto de finales del siglo XVIII. Tai (interpretada por Brittany Murphy), una amiga a la que Cher quiere ayudar y termina lastimando, incluso le suelta a Cher uno de los peores insultos que una adolescente podría recibir: “¿Por qué tomo consejos de ti? Eres una virgen que no puede conducir”. Ufff. Además, la mejor amiga es afroamericana y un interés amoroso, gay. Imposible en la época de Austen.
El otro factor que ambas obras comparten es la importancia de la moda. Los looks del XVIII y los de final del XX no se parecen, pero ambos son icónicos. En esta década, además, los 90s están de regreso y los vestidos y trajes de Cher, sus peinados y chokers, están de moda y se sienten nostálgicos y actuales al mismo tiempo.
Referencias noventeras hay muchas. Cuando ven televisión hay Beavis y Butthead, Ren y Stimpy, The real world. Alguien pierde su álbum de The cranberries, y lo que se considera clásico son los años 70. Además de que el soundtrack está lleno de los éxitos de la época.
Yo creo que Cher Horowitz corrió para que Elle Woods (de Legalmente Rubia) pudiera volar. Su legado es innegable, no sólo como rubia tonta que no es tan tonta y no es malvada. Incluso usaron la canción All by Myself antes de que viéramos a Bridget Jones llorando y comiendo helado cantándola a todo pulmón.
Clueless, como su nombre lo indica, es la historia de una chica que no tiene 'Ni idea' (título en Hispanoamérica) de la vida. Y aprende, mejora, crece, todo con risas y mucho respeto por sus personajes, como el que Austen le tuvo a Emma. En otras palabras, esta película es icónica y una excelente adaptación a la modernidad. AS IF!
